Pérez Valenzuela 1098 OF 69 Providencia, Región Metropolitana, Chile



La disfagia es un problema común después de un ACVA, oscilando la incidencia recogida en los diferentes estudios entre un 25 y un 55%.
Si bien el centro de la deglución se encuentra localizado en la sustancia reticular del tronco cerebral, la disfagia después de un ACVA no es exclusiva de pacientes con patología vascular bilateral o de tronco. En las lesiones hemisféricas izquierdas existe una mayor afectación de la fase oral, con dificultad para la coordinación motora y apraxia. Cuando la lesión es en el hemisferio derecho existe una mayor afectación de la fase faríngea con mayor frecuencia de broncoaspiraciones. Los estudios videofluoroscópicos dirigidos a determinar la frecuencia y la naturaleza de estos problemas encuentran que el trastorno más común después de un ACVA es el retraso en el inicio del reflejo deglutorio, seguido en frecuencia por la disminución de la peristalsis faríngea y la alteración en el control lingual. La disfagia después de un ACVA se asocia a un
mayor número de infecciones pulmonares, mayor mortalidad intrahospitalaria, peor pronóstico funcional y malnutrición, entre otras complicaciones.
El seguimiento estrecho de los problemas deglutorios en los pacientes que han sufrido un ACVA por el equipo médico y de enfermería es de gran importancia, especialmente en la primera semana (se registra un porcentaje de resolución del 45 al 70% en los primeros 10 días). Se recomienda el mantenimiento inicial de la hidratación intravenosa, con monitorización y evaluación diaria de la disfagia para la reintroducción de la ingesta oral (si ésta es posible) de forma progresiva y adaptada individualmente a las características de la disfagia que presenta el paciente.